domingo, 26 de septiembre de 2010

LA PROSPERIDAD FALAZ DE RAMON CASTILLA



Ramón Castilla asumió la presidencia por primera vez en 1845 y tuvo una política que iba de lo liberal a lo conservador, negociando con las elites y caudillos regionales la estabilidad política del país. Una vez quietas las aguas en el ámbito militar y asumida la legalidad del gobierno entre los más conspicuos caudillos, Castilla aprovechó los réditos del guano para llevar a cabo un ordenamiento fiscal sin precedentes.



HITO 1: Desarrollo Económico Nacional


Era el año de 1847, en plena prosperidad falaz del guano, cuando el presidente Ramón Castilla promulgó la primera ley de Consolidación de la deuda interna. Por su tremenda importancia, debe recordarse el caso del pago de la “deuda” que el Estado contrajo con “todos” aquellos que de una u otra manera habían contribuido con las campañas militares de San Martín y Bolívar. Además fueron acreedores a la Consolidación quienes no habían recibido el pago completo de sus sueldos o tenían algún tipo de derecho frente al Estado.
Basadre demuestra que en esa ocasión, y expresamente para la ocasión, se montaron empresas cuyo único propósito era fraguar documentos originales: se incrementaron uno, dos o cinco ceros, según la menor o mayor inescrupulosidad de los tenedores; se cambiaron fechas, y, cuando convenía, se alteraron los lugares de origen de los documentos. Así, quien aportó un caballo, terminó cobrando el valor de diez, cien o miles de animales. Y quien contribuyó con cientos de quintales de azúcar al recién desembarcado ejército de San Martín, terminó cobrando casi tanto como el valor de la producción nacional de azúcar. Nadie puso en duda las inverosímiles cifras. Por otro lado, muchos de los acreedores que efectivamente quedaron arruinados por la guerra de la Independencia y las posteriores no llegaron a ser pagados. Por esta razón hasta la palabra "consolidado" fue citado entre los "Peruanísimos" de Juan de Arona, como un término despectivo para calificar a gente enriquecida ilícitamente.
La Consolidación de la Deuda Interna virtualmente no incluyó a ninguno de los campesinos pobres (o sus herederos) que, entregando unos pocos animales, habían entregado, en realidad, la mitad, más de la mitad o todos sus bienes. Por el contrario, las empresas de la estafa comisionaron agentes que buscaron en el campo documentos originales, pagándolos a distintos valores, y alterándolos después en Lima para cobrar cifras de escándalo.
La discriminación y el latrocinio fueron tales, que no hubo rubor en indemnizar el valor de animales o bienes materiales, y, al mismo tiempo, prescindir de cualquier tipo de indemnización a las viudas de los miles de campesinos muertos en campaña.
Resarcirlos como cabalmente correspondía, habría representado, aunque pequeño, un impulso descentralizador efectivo. Sin embargo no se hizo.Por el contrario, se fomentó el centralismo. La próspera sociedad comercial, y los pagos de la Consolidación de la Deuda Interna, dieron pie para que se formaran en el Perú, entre 1862 y 1869, las primeras empresas bancarias en Lima
En la época que Pardo era Ministro de Hacienda, la deuda externa era ya tres veces el monto del presupuesto general de la república; de los ingresos del guano, el 49 % era directamente cobrado por los prestamistas -los propios guaneros- para amortizar las deudas que el Estado tenía con ellos, y; los ingresos del Estado eran 40 % menos que sus egresos. Cabe mencionar que en 1872 el Perú tuvo el privilegio de tener la deuda externa más grande de Sudamérica en el mercado monetario de Londres.
Es decir, la aristocracia se enriquecía con el negocio del guanó [1] al tiempo que el Estado, y por consiguiente el país, o, mejor, los pueblos del Perú, seguían
en la ruina.




[1] Cfr. Jorge Basadre Grohmann 2005:42




HITO 2: Burguesía en el Perú



Los grandes ingresos del guano no se destinaron para formar una nueva estructura productiva en el país. El Estado no contaba con la capacidad para diseñar e incentivar la creación de una nueva burguesía que se dedicará a la industrialización y pudiera alcanzar mercados externos.

Hay evidencias de que el Estado, en su afán de activar la demanda interna o incentivar inversiones privadas, hizo ingresar al mercado una gran cantidad de dinero, pero los efectos no tuvieron gran relevancia en la economía nacional.
Lo cierto es que los ingresos del guano lograron expandir la demanda interna del país.
Aún así, los inversionistas no estaban muy convencidos en comprometer sus capitales en instalaciones productivas debido a que no se contaba con la suficiente masa crítica nacional que disminuya el riesgo de las inversiones.

Por esta razón , quienes poseían capital lo destinaron a dos importantes rubros: el primero, fue hacerle préstamos al Estado que estarían garantizados por la producción del guano. Los capitalistas nacionales, burguesía local de la época, lograron actuar como consignatarios en la venta del preciado fertilizante. Como el Estado requería de fondos para el gasto público, los consignatarios entregaban adelantos de dinero por la venta futura, pero estos adelantos estaban sujetos a intereses en perjuicio del Estado. Se ha calculado que los capitalistas nacionales obtuvieron más de 10 millones de soles en beneficios.

El segundo rubro en que los burgueses nacionales invirtieron fue el en algodón y el azúcar. Se puede decir que los inversionistas que captaron dinero del guano, sólo estaban dispuestos a invertir su capital en negocios de producción que tengan una venta asegurada en los mercados del extranjero. La coyuntura internacional ayudó a la producción del azúcar y el algodón. Por el año 1865, la caída de la producción de algodón, debido a la guerra civil que se libraba en los Estados Unidos, impulsó el desarrollo algodonero nacional.

Por el año 1870, la crisis azucarera del Caribe ayudó a impulsar el desarrollo de este producto en el país. El alza internacional de precios de ambos productos, debido a su menor producción, obligaron a los europeos a buscar otras fuentes que sustituyan la producción de estos recursos.[1]

Es importante mencionar que gracias a los altos ingresos producto de la explotación del Guano, Ramón Castilla promulgó la Ley de Consolidación de 1850. Con esta ley, el Estado reconocía deudas de particulares nacionales desde la época de la independencia. La finalidad de consolidar estas deudas era resarcir los daños causados a familias que estaban en desgracia y pobreza. De esta manera, se buscaba generar a nuevos capitalistas nacionales que inviertan en la industria, agricultura y el comercio.[2]

Estos sorpresivos ingresos que recibieron las antiguas familias, llamadas despectivamente como “consolidadas” por su enriquecimiento ílicito, estimularon la creación de los primeros bancos. Posteriormente, los bancos financiaron a los hacendados del norte del país para expandir sus tierras dedicadas al algodón y el azúcar, y adquirir maquinaria para la instalación de sus fábricas.

Podemos concluir que la clase burguesa a partir de 1850 lo constituían consignatarios, hacendados, “consolidados” convertidos en banqueros, comerciantes de prestigio, abogados prominentes y propietarios urbanos. Esta nueva clase, debido a su fortuna, se vínculo con la clase aristocrática proveniente de la colonia. Inicialmente fueron rechazados por el origen de sus riquezas pero finalmente se lograron fusionar en sangre con las familias de alcurnia.

Es indudable que el guano impactó en la sociedad peruana, Mariategui hace la siguiente referencia en su obra más popular:

“(…) Las utilidades del guano y del salitre crearon en
el Perú, donde la propiedad había conservado hasta entonces un carácter
aristocrático y feudal, los primeros elementos sólidos del capital comercial y
bancario. Los profiteurs directos e indirectos de las riquezas del litoral
empezaron a construir una clase capitalista. Se formó en el Perú una
burguesía, confundida y enlazada en su origen y en su estructura con la
aristocracia (…)”
(MARIATEGUI, Jose Carlos. pp.
19-20.)


[1] Cfr. BONILLA y otros 1996: 127
[2] Cfr.VALDIZAN 2004: 63


Video: (http://www.youtube.com/watch?v=LDjvE4Q01QI)




HITO 3: Corrupción



El Perú hubiera podido utilizar el guano como una palanca para su desarrollo económico durante la segunda mitad del S XIX. Pero, en realidad, sólo produjo enormes ingresos fiscales mal administrados y grandes y dudosos negociados particulares. Lamentablemente, esta cantidad significativa de dinero no fue usado para reactivar el aparato productivo peruano, crear un mercado interno y poner al Perú en un nivel de potencia industrial. Gran parte de ese dinero fue derrochado en el mantenimiento de una burocracia estatal numerosa, en la construcción de ferrocarriles sobrevalorados, etc.

Los encargados del comercio del guano eran los consignatarios quienes también obtuvieron grandes ganancias; pues ese dinero fue usado principalmente en la especulación financiera, secundariamente en la agro exportación. Si bien extraer el guano y embarcarlo eran procesos simples, se requería de una gran inversión para costear dichas actividades. Por ello el capital extranjero desempeño un papel importante para el Estado peruano.

Pero desde 1850 un cambio sustancial empieza a anunciarse. Durante el primer gobierno de Castilla, el 16 de Marzo del1850 , se aprobó la ley llamada de consolidación de la deuda interna. Básicamente esta ley implicaba el arreglo y la conversión de la deuda interna
[1]. Dicha consolidación significaba la unificación de la deuda contraída con particulares desde la independencia, bajo la forma de bonos o títulos, expresados en una sola unidad monetaria y bajo un solo tipo de interés. Estos bonos podían negociarse mientras se esperaba la cancelación de dichas deudas, lo cual ocurrió 8 años después, durante el gobierno de Echenique, cuando estos se habían concentrado en pocas manos (126 personas lograron acumular 2/3 de la deuda consolidada). El calculo de Ramón Castilla era que la deuda no podía sobrepasar los siete millones de pesos , pero al terminar su primer gobierno , en 1851, ya se había pagado 4 879 608 pesos. Pero en 1858, bajo el gobierno de Echenique, la deuda reconocida llegaba a 23'211.400 pesos . El informe de 1856 dela Caja de Consolidación, en efecto, señalaba que los créditos reconocidos durante el gobierno de Echenique ascendían a 19'154.200 pesos [2]


Se esperaba que este grupo de beneficiados de la deuda invirtiera en la economía nacional, pero no cumplieron tal papel porque prefirieron invertirlo en especulaciones financieras con el propio gobierno. Según algunos historiadores se buscaba con esta medida dotar de una clase empresarial al Perú.En realidad esto generó muchas denuncias de corrupción y enriquecimiento ilícito, ya que entre otras cosas se reconocieron muchos papeles de deuda de dudosa procedencia.

La consolidación, en síntesis, o era una manera de dotar rápidamente a una potencial clase burguesa con el capital necesario para lanzarse a la inversión económica. o una manera muy fácil de enriquecerse ilícitamente.

En 1868, en el momento en que Balta nombra a Nicolás de Piérola Ministro de Hacienda, la deuda del Estado peruano ascendía a 45'000.000 de soles y el déficit anual del presupuesto a 17'000.000 de soles. Fue en estas circunstancias, que el Gobierno peruano decide cancelar la venta del guano bajo el sistema de consignación y conceder a Auguste Dreyfus la venta en monopolio de dos millones de toneladas de guano. Pero, el monopolio del guano, tampoco permitió que el Estado peruano dispusiera de los recursos suficientes para preparar el desarrollo económico del Perú. Los dos millones de toneladas de guano fueron embarcados, pero el Estado peruano resultó debiendo a Dreyfus, en 1877.

La abolición de la esclavitud resultó de alguna manera equívoca, ya que los esclavistas recibieron una buena compensación por cada esclavo, el importe que recibieron fue de 300 pesos. Pero, no se realizaron las comprobaciones pertinentes ya que muchos dueños de esclavos declararon tener más esclavos de lo que realmente tenían, aumentando así los gastos del gobierno con respecto a la abolición de la esclavitud.


“Los esclavos manumitidos llegaron hasta 1860 al número 25,505. A 300 pesos cada
uno, ascendió entonces a la suma 7’651,500 pesos el precio de la manumisión.
Según se ha dicho, este número ha sido aumentado por personas inescrupulosos.
(Basadre 2005: 231)



[1] Cfr. Bonilla 1974: 20
[2] Cfr. Bonilla 1974: 22




Video: http://www.youtube.com/watch?v=n_6AnMVvyP8











HITO 4: Explotación y venta del guano


La llegada de Ramón Castilla sería un hito en la etapa republicana del Perú: con él se llegaría a la ansiada estabilidad política que permitió gobernar. Asimismo, sería en estos años cuando se empezaría a explotar este recurso natural
La utilización del guano como fertilizante se remontaba a la época prehispánica, pero sería recién a mediados del siglo XIX que su uso se extendería, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos para la economía peruana.

En la década de 1830, al iniciarse la demanda de guano en los mercados europeos, el Estado peruano se encargó rápidamente de declarar que las islas guaneras eran de su propiedad. Sin embargo, al inicio no las explotó directamente, sino que buscó obtener beneficios ofreciendo su explotación y comercialización a terceros. Francisco Quiroz fue el primero en solicitar al Estado el arrendamiento por seis años de todas las islas guaneras descubiertas y por descubrir. La suma que se pactó al inicio no fue muy elevada (10.000 pesos por año), pero al confirmarse su éxito el Estado canceló este contrato a menos de tres meses de haberse firmado.
El Estado se encargó entonces de explotar y vender directamente el guano a una serie de compañías extranjeras encabezadas por la Casa Gibbs. Este contrato duró cinco años, en los cuales la Hacienda Pública solicitó reiteradamente a los contratistas adelantos en los pagos y préstamos con el respaldo del guano.

Finalizado el contrato con la Casa Gibbs, el Estado decidió abandonar la explotación directa a cambio de un alto porcentaje sobre las ganancias obtenidas. Inició así, en 1847, la firma de varios contratos para consignar la explotación y venta a empresarios particulares, ahora mayoritariamente peruanos. A ellos se les denominó desde entonces consignatarios. Fue de esta manera como el gobierno del mariscal Castilla entregó la consignación a un grupo de comerciantes peruanos asociados bajo el nombre de Compañía de Consignatarios Nacionales. Estos comerciantes pasaron a tener el control de la venta del guano en el mercado inglés. Este sistema, que se mantuvo hasta 1869, resultó perjudicial para los intereses estatales debido a que se continuó con la política de empréstitos o adelantos, la cual provocó la pérdida de casi la mitad de las ganancias que el Estado debió recibir. Los consignatarios, por el contrario, lograron acumular no sólo grandes capitales, sino que constituyeron un nuevo grupo social, poderoso en términos económicos y políticos.
El guano fue exportado mayormente a Europa y Estados Unidos, aunque también fue vendido a países como Costa Rica, Guatemala, China, Japón e inclusive llegó a la lejana isla Mauricio, en el océano Índico. Esta variedad de países puede dar una idea de la cantidad de guano que se logró extraer de las islas y de los ingresos que significaron tanto al erario como a los ávidos consignatarios nacionales y extranjeros.
La última modalidad de la comercialización del guano fue la entrega de la concesión a la Casa Dreyfus en calidad de monopolio durante el gobierno de José Balta, con el que se puso fin al sistema de consignatarios.


Video: http://www.youtube.com/watch?v=wRM3pghzfG4








HITO 5: El Contrato Dreyffus




El Contrato Dreyfus, fue un acuerdo comercial firmado durante el gobierno del coronel EP José Balta, cuando Nicolás de Piérola Villena era ministro de Hacienda. Es así que oficialmente el 17 de agosto de 1869 fue firmado, con el objetivo de dejar de depender de los consignatarios peruanos, es decir, elimina las dos fuentes mayores de abusos de los consignatarios siendo una de ellas, las retenciones arbitrarias de las remesas y la otra una fraudalenta elevación de los gastos de impuestos. Asimismo, El contrato Dreyfus representaba un gran progreso en el manejo de las rentas del guano.[1] Las dificultades sobrevivientes tuvieron origen, más que en el contrato mismo, en los empréstitos levantados por mediación de la citada casa y en los excesivos adelantos que de ella pidió al Gobierno, para los gastos interiores, desvirtuando la idea que había inspirado el plan.
Para comprender mejor este concepto citaremos una idea más clara del Contrato Dreyfuse permita su mejor comprensión.



“(…) Por el contrato de 1869 la casa Dreyfus se comprometía a vender dos
millones de toneladas de guano, lo que representaba aproximadamente unos seis
años de venta por cuenta del Estado peruano. Según el precio que quedara para la
venta, quedaba fijada su comisión. Mensualmente Dreyfus enviaría al Estado
peruano setecientos mil soles, con los que este tendría una entrada regular y
suficiente para los gastos ordinarios” (CONTRERAS 2007:127)



Tal y como se hace mención en la cita anterior, se puede decir que el Contrato Dreyfus representaba un gran proceso en el manejo de las rentas del guano. Por consiguiente, para el Perú era un buen negocio, debido que ya no debía preocuparse por los incumplimientos de los consignatarios[2]. Además, de ello no solo podía equilibrar su presupuesto, sino también olvidarse del problema de la deuda externa.
Por otro lado, se pensó orientar el dinero enviado por Dreyfus hacia obras productivas, especialmente en la construcción de ferrocarriles que, se pensaban, eran la vía segura al progreso. De esta forma Balta gastó enormes cantidades de dinero en implementar su política ferrocarrilera.

En el periodo de 1847 a 1873 la inversión del estado en la construcción de vías férreas representó el 20% de los ingresos del guano[3].



“(…) convertir el guano en ferrocarriles, para así dinamizar la producción y la
productividad nacional, es decir, usar los ingresos estatales provenientes del
guano, junto con préstamos extranjeros, en un gran programa de construcción de
ferrocarriles a través de los andes para abrir el interior al desarrollo.”
(Klaren 2004: 220-221)


Según la cita anterior, la construcción de ferrocarriles era la vía segura al progreso, muchas líneas se construyeron, otras quedaron a medio hacer y las demás fueron esbozadas en proyectos. Todo ese dinero se usó en construcción de ferrocarriles; así los datos: en el año 1861, el Perú contaba con una red ferrocarrilera de 90 kilómetros. Se llegó al año 1874, con 947 kilómetros. Entre 1861 y 1874, en 13 años, se había construido una red ferrocarrilera que tenía 10 veces más de extensión. Incuestionablemente un logro impresionante.
La bonanza del dinero prestado con el que se construían los ferrocarriles, como se supone, fue pasajera. Como al Gobierno le faltaba dinero para pagar a los contratistas de la construcción de ferrocarriles recurrió a pedir adelantos a Dreyfus & Hnos., ocasionando que a la cuantiosa deuda pública, ahora se agregara el consumo por adelantado de la renta producida por al contrato Dreyfus.Lo cierto es que al final el dinero de Dreyfus no alcanzó, el estado tuvo que recurrir al crédito externo y afrontar el déficit presupuestal.





[1] Cfr. Bonilla 1974: 158
[2] Cfr. Contreras y Cueto 2007: 127
[3] Cfr. Contreras y Cueto 2007: 129


Video: http://sistacnet.info/boletin/?p=670













BIBLIOGRAFIA





  • BASADRE, Grohman. Historia de la república del PerúEmpresa Editora El Comercio, 2005.
  • BONILLA, Heraclio (1974) Guano y Burguesía en el Perú. Lima: IEP ediciones.
  • CONTRERAS, Carlos y CUETO, Marcos (2007) Historia del Perú Contemporáneo. Desde las luchas por la Independencia hasta presente. Lima: IEP, Fondo Editorial PUCP y Universidad del Pacífico. (985.05 CONT)


  • EL CONTRATO DREYFUS (2008) (http://cronicasdeperu.blogspot.com/2008/06/el-contrato-dreyfus.html) Sitio web contiene información y enlaces de interés con respecto al tema del Contratto Dreyfus (consulta: 29 de octubre de 2010)


  • KLAREN, PETER (2004). Nación y Sociedad en la historia del Perú. Lima, Instituto de Estudios Peruanos.


  • LA ADJUDICACIÓN DE LOS FERROCARRILES A LOS TENEDORES DE BONOS. (http://www.unjbg.edu.pe/basadre/capitulo06/0603.aspx) Sitio web contiene información y enlaces de interés con respecto al tema del Contrato Dreyfuss (consulta: 29 de octubre de 2010)


  • LA "ERA DEL GUANO” EL CONTRATO DREYFUS Y LA CRISIS ECONÓMICA (2008) (http://blog.pucp.edu.pe/item/28586/la-era-del-guano-el-contrato-dreyfus-y-la-crisis economica) Sitio web contiene información y enlaces de interés con respecto al tema del Contratto Dreyfus (consulta: 29 de octubre de 2010